
Tal y como anunciamos en un reciente artículo sobre el nuevo CEIP Odón de Buen, un grupo de personas del CEOB trabaja en la confección de un documento sobre posibles alternativas de uso para el viejo edificio que todavía lleva su nombre.
Comentamos a continuación, a manera de reflexión previa, una serie de aspectos que, por su relevancia, convendría tomar en consideración a la hora de proyectar una nueva realidad para el emblemático colegio y su entorno.
El edificio. Fue inaugurado en 1929. En alguna ocasión nos hemos referido a este inmueble como la construcción civil más importante de cuantas integran el patrimonio arquitectónico de Zuera. Es cierto que en las últimas décadas han surgido importantes edificaciones civiles en nuestro casco urbano, casi todos ellos destinados a albergar servicios o equipamientos públicos, pero ninguna de ellas alcanza la excelencia y el carácter monumental que poseen las antiguas “escuelas”. Si no estuviera ya recogido, el PGOU de Zuera debería contemplarlo entre los elementos a conservar por su singularidad y carga simbólica. Es una sugerencia que hacemos. Ello exigiría por parte de sus dueños, la Administración Municipal, una actitud proactiva y no acomodaticia al respecto. Es decir, el compromiso de buscarle un nuevo destino y de prever y planificar los recursos necesarios para adaptar la instalación a sus futuros usos.
El marco. El perímetro del recinto en el que están integrados cuatro edificaciones, comedor, aulas prefabricadas, antiguo parvulario y el colegio propiamente dicho comprende una superficie aproximada de 5.500 ó 6000 m2. La parte que corresponde al patio de recreo ha sido destinada recientemente a parking provisional. Al parecer, Zuera se está especializando en este tipo de aparcamientos de carácter temporal. Disponer de un área de estas características en el centro del casco urbano supone un verdadero lujo por las posibilidades de actuación e interacción cívica que ofrece. Un privilegio urbanístico que en manos de buenos planificadores puede derivar en un ámbito excepcionalmente atractivo donde queden perfectamente integrados equipamientos y necesidades funcionales con el carácter socialmente emblemático que posee ese espacio.
La ubicación. La transformación llevada a cabo en el tejido urbano a lo largo de las últimas décadas ha traído como una de sus consecuencias la creación de nuevas centralidades urbanas. Sin duda nos hallamos ante la más relevante de todas ellas. Hoy el antiguo colegio, que en su día fue construido, a pie de carretera, pero en una zona absolutamente periférica, se ha convertido en el verdadero centro geográfico de la localidad. Es más, constituye el nexo de unión entre el Zuera histórico y el recién llegado, cuyos exponentes más representativos son los barrios de la Aceña y de San Juan. Esta circunstancia hace que su valor estratégico se multiplique y supone una razón que debería instarnos a no escatimar atención y recursos en la planificación de su porvenir.
El valor simbólico. Durante toda su vida, Odón de Buen mostró interés y preocupación por elevar el nivel cultural de sus paisanos. Así quedó plasmado en sus Cartas a un labrador (publicación recientemente editada por la IFC a instancia del CEOB), en el frecuente envío de libros a la biblioteca pública y en las tertulias que, cada verano, mantenía con sus vecinos y amigos en el antiguo Republicano (hoy, CMIC). Aunque, sin duda, fue el colegio público que hoy nos ocupa, construido a instancia y empeño suyos, su contribución más valiosa. Es innegable que una buena parte del valor simbólico que le hemos atribuido a la vieja construcción es achacable a la figura de Odón y a las vicisitudes por las que atravesó el Centro desde su creación hasta nuestros días. Pero hay otra no menos relevante: el paso por sus aulas de miles de zufarienses y cientos de maestros y profesores que dejaron lo mejor de su ser profesional y humano entre sus cuatro paredes. Qué mejor manera de honrar su memoria que mantener vivo para la cultura, y el aprendizaje este enclave educativo donde se gestó durante casi un siglo, una buena parte del conocimiento y el devenir de Zuera
El nombre. Que una persona como Odón de Buen haya nacido en Zuera es algo más que una suerte para el municipio. Ningún hijo de esta Villa alcanzó jamás el prestigio y la proyección internacional de la que nuestro paisano gozó en vida y de la que todavía hoy disfruta. Es habitual que los pueblos se recreen honrando a sus conciudadanos más ejemplares o relevantes, y Odón lo fue en sus múltiples facetas. Aunque nunca los reconocimientos acostumbran a ser gestos desinteresados, ni tienen por qué serlo, el dejar de rendirlos puede suponer una pérdida de oportunidades. Su presencia distingue el nombre de Zuera, fortalece el sentimiento de dignidad y autoestima de la comunidad y, como suele decirse, nos sitúa en el mapa. No hay publicación que aborde su biografía o su obra que no aluda a su lugar de origen. De ahí que velar por su buen nombre, a la par que un acto de justicia, sea también una manera de potenciar un activo cuyo valor todos deberíamos intentar preservar y engrandecer.
Conclusión. Como apuntábamos al principio, aportamos todas estas consideraciones con la esperanza de que puedan ser tenidas en cuenta a la hora de tomar las decisiones que procedan. En materia de desarrollo urbano, hay maneras y maneras de ocupar el espacio y sería una lástima que la improvisación o la falta de planificación derivasen en posturas cortoplacistas y poco sedimentadas que, con toda seguridad, vendrían a hipotecar las expectativas de desarrollo de este espacio tan cargado de simbolismo y oportunidades.
CEOB. Centro de Estudios Odón de Buen
IFC. Institución Fernando el Católico
PGOU. Plan General de Ordenación Urbana
CMIC. Centro Municipal de Iniciativas Culturales
- Javier Puyuelo es el presidente del Centro de Estudios Odón de Buen
totalmente de acuerdo con tu publicacion ya publique en facebook no hace mucho en la pagina del ayuntamiento un comentario no tan detallado pero, parecido como ciudadana de zuera, y exalumna del colegio, estaba preocupada por su futuro, y es una pena ver el patio convertido en un simple parking, para eso que se busque un lugar donde construir uno, el colegio deberia en mi opinion, como minimo tener un museo o al menos una sala para honrar al mas ilustre de nuestros vecinos y el patio convertido en jardin para poner una zona verde en el centro del pueblo.
Para todos los zufarienses la escuela ha sido muy importante, pero para mí mucho más.
Mi madre tantos años, casi toda su vida en la escuela y siempre empeñada en sacar lo mejor de cada uno aunque tuviera más de 40 alumnos en clase no fue nunca un problema sino un aliciente.
Mi padre cómo concejal se lo que luchó e intento mejorar todo lo posible la escuela.
Sentiría una profunda pena si no se lograse darle un fin a la altura que se merece.
Cuando vuelvo a Zuera y veo la escuela siento que estoy en casa y vuelvo a ser una cría feliz recordando todo lo vivido allí, todo lo aprendido allí, todos los amigos de siempre.
La memoria vital y emocional de tantos de nosotros siempre estará en » las escuelas».
Yo siempre he sido la hija de Doña Carmen y de Pepito y estoy tan orgullosa de ellos cómo de la escuela.
Me parece fenomenal que se le dé la categoría que merece al «viejo» Colegio Odón de Buen. Que lo que haya de hacerse, se haga bien con proyección de futuro, unas instalaciones modernas, operativas y sin lugar a dudas destinadas a la Cultura y la Investigación, contando con con salas audiovisuales y donde, en definitiva, se puedan acoger congresos ó certámenes de personas que se dedican ó están interesadas en la investigación bien sea Medioambiental u Oceanográfica. Es una manera de vanguardia de «proyectar ZUERA» y no sólo a nivel de Comunidad Autónoma, sino de España y por qué no de Europa.
Hola Javier
Buscando la fecha en que Mariano Benlliure esculpió el busto de mi bisabuelo Odón, me encontré con tu blog.
Los comentarios de Ángel, Conchita y Nieves me encantan y le dan contexto a lo que a nosotros no nos tocó por ser la parte en el exilio.
Una biblioteca, centro de conferencias y un parque serían maravillosos.
Muchas gracias por dedicar tu tiempo y tu expertise al reconocimiento de mi Bisabuelo