
Es muy posible que esta vez las urnas reflejen una nueva radiografía social y política, producto de las transformaciones sociales impulsadas en anteriores décadas por las corporaciones socialistas y de la gran complejidad que entraña el momento actual.
Tal y como era de esperar y como casi a diario informan las encuestas, las tendencias al voto se han ido equilibrando. Los partidos de nuevo cuño parecen haber ralentizado su ascenso en las expectativas de voto y los históricos resisten mejor de lo que algunos esperaban. Circunstancia que, en modo alguno, hace decrecer el interés y la emoción que vienen suscitando las inminentes convocatorias electorales.
Si trasladamos la lente al ámbito de lo local y muy especialmente al marco de los municipios menores de 50.000 habitantes, conviene tomar en consideración una serie de variantes que los sondeos de ámbito general habitualmente no recogen: el número de partidos que se presentan y su tendencia política, el magnetismo de los cabezas de lista, sus integrantes más visibles, los programas, etc…y, por supuesto, el grado de rechazo o desgaste que hayan podido sufrir los partidos que en la actualidad componen los ayuntamientos. Tanto el de los que gobiernan como el de los que ejercen la oposición.
En esta ocasión en Zuera van a concurrir, no por primera vez, cinco formaciones políticas. La novedad es que tres de ellas se presentan por la derecha, nada de centro, y dos por la izquierda. Es muy posible que esta vez las urnas reflejen una nueva radiografía social y política, producto de las transformaciones sociales impulsadas en anteriores décadas y de la gran complejidad que entraña el momento que vivimos. Por otro lado, el factor territorial, siempre presente y a veces, determinante en el resultado final, podría incidir de manera relevante en ese mismo resultado. Veremos. Ya hemos dicho que, en este caso, emoción no va a faltar.
Respecto al Partido Popular no se esperan sorpresas. Es decir, que habrá más de lo mismo. Tanto en lo que se refiere a la cabecera e integrantes de la lista, como a su programa. Un desiderátum concebido como de costumbre para no ser cumplido y plagiados sus contenidos, en gran medida, de los del Partido Socialista. Como su electorado asiduo no parece dar importancia a estas cosas captará el voto de sus fieles, aunque en esta ocasión sus resultados pueden verse presumiblemente laminados por la presencia de las dos candidaturas nuevas. No obstante, sería precipitado aventurar en qué medida. Sí parece presumible que baje en porcentaje de votos.
El Partido Aragonés, un histórico también, saldrá en busca de su habitual parroquia con la ilusión, incentivada esta vez por ser determinante en la configuración de la nueva Corporación. Es una verdadera incógnita porque en el actual mandato ha tenido la oportunidad de ejercer como árbitro entre los seis concejales del PP y los otros seis del Psoe, pero renunciaron a ella.
El FIA – PILL (Federación de Independientes de Aragón y Partido Independiente de Las Lomas) cuya lista encabeza el actual alcalde de Ontinar como independiente, después de haber abandonado las filas del PP, también aspira a ser el factor clave que incline la balanza en la dirección que más le convenga. Esta candidatura brota, parece ser, sobre el sustrato de un pacto (¿?) con un Partido constituido en Las Lomas del Gállego. Se supone que los hipotéticos votantes que capte, persiguen establecer una nueva relación entre el Ayuntamiento de Zuera y la E.L. M. de Ontinar, así como con los vecinos y residentes de la urbanización Las Lomas. Por lo novedosa de la operación también resulta arriesgado hacer cualquier tipo de previsión respecto a la cosecha que puedan obtener. En cualquier caso el resultado nos permitirá comprobar en qué dosis se han mezclado emociones y razones a la hora de impulsar esta coalición. No es difícil prever que, mayoritariamente, el origen de sus votos se localice en los respectivos ámbitos territoriales que aspiran a representar. Y cargando a la derecha, claro.
La otra novedad viene dada por el Partido recientemente constituido, Somos Zuera. Al calor de los aires renovadores que recorren el país, hace varios meses que se anunció su creación. Según parece, concurren en esta plataforma, integrantes de Izquierda Unida y otros sin filiación política definida presuntamente situados a la izquierda de lo que hoy representa el Partido Socialista.
A día de hoy se sabe poco de cuáles son sus ideas, su programa y su organización. Más allá de que está compuesta por personas jóvenes, suponemos que ilusionadas, pero carentes de experiencia y desconocedoras de los entresijos de la vida municipal. Si salen elegidos, ya aprenderán.
Por este lado, también se abren grandes interrogantes que inevitablemente hacen que cualquier estimación de voto, sea una mera especulación. Pueden captar voluntades de la izquierda, de la que se abstiene cuando no se dan determinadas condiciones, y del Partido Socialista. También pueden arrastrar a un cierto sector de abstencionistas más o menos vocacionales y por supuesto parte del voto procedente de la queja y el desencanto. Sin olvidarnos de los que ejercen en blanco, muy numerosos en los anteriores comicios.
Finalmente está el Partido Socialista. Se presenta como es su costumbre con una mezcla de personas veteranas, que han ejercido la Oposición durante los años del gobierno del PP y PP- Par, y otras de nueva incorporación. El Partido Socialista aspira a ganar las elecciones, es decir, a que su lista sea la más votada y los resultados le permitan, o bien gobernar en solitario, o tomar la iniciativa para formar el nuevo gobierno municipal. Como es natural, y dadas las circunstancias, sus resultados también están sujetos a las múltiples y novedosas circunstancias que concurren en estas elecciones. El presumible desgaste del PP y su posible pérdida de votos por la convergencia de otras fuerzas de la derecha, hipotéticamente podría beneficiarle. Pero la presencia de una nueva fuerza de izquierdas en el panel podría neutralizar el supuesto beneficio. Porque lo que parece altamente improbable es que haya trasiego de votos de la derecha hacia la izquierda y viceversa.
A su favor tiene el Partido Socialista su trayectoria y su experiencia, tanto de gobierno como de Oposición, el conocimiento de los asuntos públicos y de la verdadera situación del Ayuntamiento, su estructura organizativa y la competencia y la entrega de las personas que integran su candidatura.
Si el pueblo de Zuera decidiera acabar con los años de estancamiento que han supuesto los gobernados por el PP, hoy en día es el Partido Socialista el único que sabría qué hacer al día siguiente de las elecciones y cómo encarar la ardua tarea que se precisa llevar a cabo para reconducir el municipio hacia la senda de la modernización.
Pero, como acostumbramos a decir, estamos en un país libre donde cada cual es dueño de ejercer su derecho a voto según sus criterios e intereses. Parece evidente que esta vez se configurará la Corporación con arreglo a otros parámetros políticos. Si así fuera, podríamos intuir cómo es el Zuera surgido sobre las bases de desarrollo asentadas por los anteriores gobiernos socialistas y la progresión demográfica derivada de dicho impulso.